Un buen negocio es un negocio seguro. Los seguros para comercios y oficinas son un aliado para garantizar la rentabilidad del negocio. Os contamos qué es y cuáles son sus principales coberturas.
Proteger un negocio no es solo mantenerlo a salvo de los riesgos físicos: catástrofes, robos, accidentes; es también prepararlo para afrontar riesgos del entorno económico. Un accidente estructural, por ejemplo, puede implicar una gran inversión en un momento de baja liquidez para la compañía. Un seguro asume el gasto y permite que el negocio esté protegido durante toda la duración del contrato.
En la mayoría de ocasiones, un negocio protegido es un buen negocio ya que se minimizan las situaciones de emergencia y se garantiza una estabilidad económica.
Como todo emprendedor sabe, sacar adelante un negocio no es tarea fácil. Cada cimiento, cada elemento (tangible e intangible) tiene un valor. Por eso es importante evitar que algún imprevisto acabe con tanto esfuerzo.
El Seguro de Comercios y Oficinas es un producto multirriesgos que cubre los posibles daños que pueda sufrir una empresa, tanto en locales comerciales (destinados a la venta de productos y servicios) como en oficinas. Abarca fundamentalmente el pago de indemnizaciones, coste de reparaciones o reposición de bienes por:
- Los daños que pueda sufrir la estructura del local y sus elementos fijos (aquellos que no pueden desprenderse de la construcción sin dañarla o ser dañados). A esto se le llama Continente.
- Los daños a su Contenido: el mobiliario, decoración, máquinas, aparatos, útiles comerciales y de oficina, existencias en mercancías… todos los bienes muebles propios de la actividad asegurada.
Algunas de las indemnizaciones que garantiza este producto:
- Robos o atracos.
- Daños producidos por incendios, rayos, explosiones, implosiones.
- Electricidad, humo, viento, pedrisco y nieve.
- Gastos de salvamento, demolición, desescombro y extinción.
- Daños por el agua: escapes accidentales, omisión de cierre de grifos, averías de los sistemas de conducción.
- Rotura de cristales, metacrilatos, rótulos, aparatos sanitarios fijos, mármoles y piedras artificiales, incluyendo gastos de instalación.
- Desalojo forzoso del local, pérdida de alquileres y gastos de personal de seguridad, con motivo de siniestro.
- Pérdida de beneficios y gastos fijos que deba seguir afrontando al producirse una paralización total o parcial de la actividad, por un siniestro.
- Responsabilidad Civil (abono de indemnizaciones exigidas por terceros, defensa y fianzas).
- Protección Jurídica Integral, con un equipo de abogados para defender los intereses del asegurado frente a vecinos, proveedores, empleados.
- Daños producidos por la colisión de vehículos, ondas sónicas y caída de árboles, postes y antenas.
- Reposición de documentos públicos, equipos electrónicos y programas informáticos que se vean afectados por un siniestro.
- Asistencia 24 horas al Comercio, que garantiza la conexión con profesionales de apoyo: fontaneros, electricistas, cerrajeros, etc. El mediador, junto con las compañías de seguros se encargarán del envío de estos profesionales para proceder con las reparaciones.
- Gastos derivados del siniestro.
- Restauración estética cuando, por ejemplo, después de una reparación fuere necesario pintar para mantener la cohesión estética.
- Deterioro de alimentos en cámaras frigoríficas por averías o faltas de suministro eléctrico mayores a seis horas.
Algunas coberturas de apoyo incluyen también ahora servicios novedosos como: servicio de vigilancia en caso de quedar desprotegido el local, e incluso asistencia informática. Para contratar el mejor seguro para vuestro negocio, adaptado a las necesidades de vuestra actividad económica, podéis contactarnos aquí.
Más información sobre Seguros de Comercios y Oficinas en @AdvansBrokers.
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