La oferta de pólizas en el mercado es muy grande, por eso os dejamos algunas claves para elegir un seguro de vida que se adapte de la mejor forma a vuestras necesidades.
Día a día estamos expuestos a diversas situaciones de riesgo que pueden afectar fuertemente las finanzas personales, la economía familiar y los planes futuros. Enfermedades, accidentes… son muchos los imprevistos que pueden acabar con los ahorros y los planes previstos.
Situaciones como la invalidez o el fallecimiento pueden ser grandes reveses en la vida propia y la de los familiares, especialmente cuando hay personas dependientes económicamente. Un seguro de vida para cuidarles siempre, es una garantía real.
Cada vez hay mayor oferta de este producto y mayor conocimiento sobre las pólizas. Por esas razones, queremos compartir claves para elegir un seguro de vida de la forma más acertada posible:
- Contar con un mediador de seguros de confianza; esa persona clave con quien hablar directamente, mantener un trato cercano, compartir las preocupaciones, y que pueda velar por vuestros intereses familiares. Los mediadores de seguros obtienen los mejores contratos por volumen y tienen acceso a toda la información de las aseguradoras, además de amplia experiencia y profesionalidad en el sector. En Advans estamos disponibles.
- Informarse: del vocabulario y el tema. Intentar tener un ligero conocimiento sobre el sector y leer siempre las letras pequeñas de los contratos y ofertas de seguros. De nuevo, en este proceso el mediador es el principal aliado.
- Coberturas: tener siempre claros los riesgos específicos que cubre el seguro. Asegurarse de que son los que mejor se adaptan a vuestro estilo de vida y necesidades. Las hay desde las más genéricas hasta las más específicas, como las coberturas para diabéticos y solteros. Comúnmente, las coberturas son por muerte, daños a terceros o invalidez; sin embargo, puedes optar por enfermedades terminales o graves o bien, gastos funerarios. Se sugiere que la cobertura vaya de cinco a ocho veces el ingreso actual.
- Suma asegurada: el monto máximo que pagará la compañía si ocurre el siniestro amparado.
- Prima: el costo del seguro. Es clave suscribir un contrato viable y que sea posible costear y mantener en el tiempo. Se trata de un compromiso a largo plazo. Hay que definir un presupuesto, pensar cuánto ingresa y cuánto podría destinarse para el pago del seguro.
- Beneficiarios: hay que priorizar necesidades y tener en cuenta qué cosas o personas son más vulnerables. Existen seguros enfocados a la cobertura de gastos médicos, autos, inmuebles o personales. Hay que analizar las diferentes circunstancias: si se tienen hijos pequeños o si están estudiando, si se es soltero o jubilado, cuantos ingresos se verán comprometidos, etc. Habrá que aclarar también el nombre y porcentaje que se les otorgará a los beneficiarios, recordando que no pueden ser menores de edad. Mejor evitar intermediarios; si se designa a alguien más para entregar la suma asegurada, esta acción solo es una obligación moral. También deudores podrían ser beneficiarios, en caso de que el interés principal sea garantizar el pago de compromisos económicos adquiridos.
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NO contratar seguros de vida a través del banco. Este producto delicado requiere un tratamiento especial. Confía en los expertos. La aseguradora debe contar con oficinas físicas y sitios web de atención permanente, además de medios alternativos de comunicación.
- Organizar ingresos: hay que hacer un plan a largo plazo que no comprometa otros gastos necesarios para la familia.
Con estas claves y nuestra colaboración estaréis listos para contratar la mejor póliza de vida. No dejéis de lado el importante papel que puede desempeñar contar con un seguro de vida en vuestras vidas.
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