En España, nuestras mascotas son consideradas parte de la familia, y su bienestar y seguridad son una prioridad para muchos propietarios responsables. En este sentido, los seguros para mascotas se han vuelto cada vez más importantes. Con la reciente implementación de la nueva Ley de Bienestar Animal en el país, es esencial comprender las regulaciones normativas asociadas con los seguros para mascotas, en concreto de perros, especialmente en el caso de razas potencialmente peligrosas y según la ciudad en la que te encuentres.
La nueva Ley de Bienestar Animal y su impacto en España:
El 29 de marzo pasado marcó un hito con la promulgación de la Ley 7/2023 sobre la salvaguardia de los derechos y el bienestar animal (afectando directamente a los seguros para mascotas). Este texto representa el primer paso a nivel nacional en esta área y persigue la concordancia de las regulaciones entre las diferentes autonomías. Entre las muchas innovaciones que contempla esta legislación, destaca una que, quizás inadvertidamente, alberga un valor significativo.
Los seguros para mascotas se vuelven obligatorios, en concreto, el de los perrros.
En especial, el artículo 30.3 de esta norma introduce, por vez primera, la obligatoriedad de poseer seguros de responsabilidad civil para canes en todo el ámbito estatal. Aunque los detalles de su implementación aún no se han desvelado, este cambio constituye una transformación en relación a las directrices anteriores, en las cuales únicamente se requería asegurar a los perros con potencial riesgo.
Desde que esta normativa vino a la luz, la industria aseguradora ha estado en proceso de adaptación a esta reforma legal.
Adiós a los Perros Potencialmente Peligrosos (PPP)
En relación al seguro obligatorio para mascotas, concretamente para perros, nos referimos a un seguro de responsabilidad civil. Hasta ahora, había sido opcional poseer este seguro, a excepción de algunas regiones autonómicas donde resultaba imperativo, como es el caso de Madrid. La nueva Ley de Bienestar Animal cambiará la lista de perros con riesgo.
A partir de este momento, en lugar de definirlos en función de su raza, se los clasificará como perros «de manejo especial» conforme a su comportamiento. Según la normativa, «El propietario deberá contratar y mantener un seguro de responsabilidad civil que cubra daños a terceros, incluyendo a los responsables del animal, durante toda la vida del perro. La cobertura debe ser adecuada para afrontar posibles gastos derivados».
En relación al costo del seguro de responsabilidad civil, variará dependiendo de la compañía con la que se realice el contrato. También estará influido por la edad del animal, su tamaño e incluso su raza. La obligatoriedad de contar con un seguro de responsabilidad civil entrará en vigor a partir de septiembre de 2023.
¿Qué precio tiene este tipo de seguro?
El costo del seguro para mascotas puede variar significativamente en función de la compañía aseguradora y las prestaciones incluidas en el contrato. Actualmente, hasta la entrada de esta nueva Ley, algunos seguros de hogar podían contaban la posibilidad de incluir a tu mascota dentro de la póliza.
No obstante, se desconoce por el momento si con la nueva normativa, habrá que contratar un seguro individual para nuestro perro o los seguros de hogar que ya incluían esta cobertura seguirán funcionando como de costumbre.
Es esencial recordar que la ley establece como requisito mínimo la contratación de un seguro de responsabilidad civil que cubra daños a terceros. Por lo tanto, la elección de aseguradoras más amplias y detalladas dependerá de las necesidades particulares de cada individuo. Así, los seguros para mascotas son diferentes en función de las necesidades de esta y del dueño.
¿A qué sanciones nos enfrentamos si no cumplimos con la normativa?
En relación a las penalizaciones por no cumplir con el seguro obligatorio para perros, la legislación determina que los dueños que no cumplan con esta obligación podrían enfrentar sanciones de carácter leve, a menos que las normativas reglamentarias dictaminen lo contrario.
Las transgresiones de índole leve se refieren a comportamientos que incumplen las obligaciones establecidas por la ley, siempre y cuando no resulten en daños físicos al animal ni generen perturbaciones en su conducta. En circunstancias más serias como estas, no se limitará a una simple advertencia, sino que se podrían aplicar multas que oscilen entre los 500 y los 10.000 euros.
