¿Qué capital debo contratar en mi seguro de vida? En nuestra primera entrega hemos hecho la introducción y ahora seguimos con las claves para ayudarte a calcularlo.
En nuestra primera entrega comenzamos a abordar una de las reflexiones más comunes en el mundo de los seguros: ¿Qué capital debo contratar en mi seguro de vida?… Continúan en el artículo publicado en CincoDías y que compartimos a continuación:
Si tienes una hipoteca: En teoría, debemos cubrir el capital pendiente que nos corresponde. Por ejemplo, si la hipoteca es de 100.000 euros y está al 50%, debemos cubrir 50.000 euros. Pero esta circunstancia es insuficiente en muchos casos. La titularidad y el porcentaje de pago se reparte sobre el papel, pero en muchos casos son los ingresos de uno de los cónyuges los que cubren una cantidad mayor. Por ejemplo si el sueldo de uno es el 80% de los ingresos familiares, debemos elevar el porcentaje de deuda total que cubramos con el seguro de vida.
Margen acorde al salario del asegurado: Además de cubrir todas las deudas, debemos incrementar el capital por una cantidad superior. Tras el fallecimiento de un miembro de la familia que aporta ingresos, muchos de los gastos se mantienen y otros apenas disminuyen por lo que se genera un desequilibrio entre ingresos y gastos. Para solucionarlo, se necesita un tiempo tanto para reorientar los gastos, procurando ajustarlos a la baja a la vez que procurar aumentar los ingresos. Mientras esto suceda lo recomendable es que el seguro cubra un mínimo de 2 o 3 años de los ingresos de la persona fallecida para poder adaptarse a la nueva situación con suficiente margen.
Necesidades familiares específicas: La cantidad que aseguremos no debe ser un importe fijo. Uno de los gastos que cambian a lo largo del tiempo está en la protección y bienestar de los hijos, especialmente en la salvaguarda de sus estudios. Por ejemplo si van a afrontar estudios superiores o de postgrado. Aumentar la cobertura de un seguro de vida es más barato que hacerlo con un seguro específico para estudios.
Ajustar los riesgos a cada miembro de la Unidad Familiar: Hay muchos casos en los que el seguro de vida sólo lo tiene uno de los miembros de la familia, es un claro error. Si en la pareja, los dos miembros trabajan y aportan su salario a cubrir los gastos deberían cada uno contratar su seguro de vida con unas coberturas que sigan lo especificado en los puntos anteriores.
Tampoco hay que olvidar como la edad determina la prima que vamos a pagar, por ello, si por ejemplo contratamos un seguro con 30 años y mantenemos el capital en el tiempo (o actualizándolo con las subidas de precios) nos encontraremos con importantes subidas 20 años después. Por ello, siempre que haya cambios en necesidades y cobertura debemos ir adaptando la cantidad que cubra nuestro seguro.
Aunque no hay una edad perfecta para contratar un seguro de vida, como se ve, el mejor momento podría ser ahora: lo antes posible. Contacta a nuestros asesores y sal de dudas: revisa cuál debería ser el capital a contratar y cuáles serían tus primas. Hay un producto adaptado a cada situación familiar y necesidades particulares. ¡Contáctanos y hablemos sobre seguros!
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