Desde 2007 es posible en España saber si algún familiar tenía un seguro de vida. Hoy hablamos del Registro único del seguro de vida, como solución al cobro de pólizas.
Hay aún en España muchos seguros de vida sin cobrar. Cobrar un seguro de vida puede parecer un proceso complejo. Sin embargo, en la práctica, una de las razones principales por las que se dejan de cobrar muchos seguros de vida es el desconocimiento. Sí, muchas personas no saben que son beneficiarias o que algún familiar tenía contratado un seguro de vida. Ya hemos escrito sobre cómo saber si un familiar tenía seguro de vida, y hoy queremos profundizar en el Registro único del seguro de vida.
Desde 2007 menos seguros se han quedado sin cobrar en España. El Ministerio de Justicia presentó ese año, con los datos de 50 millones de pólizas, el Registro de Seguros de vida, único en el mundo. Desde entonces, los posibles beneficiarios de cualquier seguro de vida tienen la posibilidad de dirigirse a este ente para conocer si, en efecto, podrían cobrar el seguro. Para ello, los interesados deben esperar que transcurran 15 días hábiles del fallecimiento, rellenar una solicitud, pagar una tasa de 3,33 euros en cualquier entidad financiera y enviar el certificado de defunción del titular.
El Registro único del seguro de vida supone un gran avance en la transparencia de las compañías y, sobre todo, una gran ayuda para hacer cumplir las voluntades de los asegurados. Al contratar un seguro de vida se firma la voluntad de cuidar de los beneficiarios, pero muchas veces esto no se comunica. También se puede dar el caso de no ser conscientes de contar con un seguro de vida, sea porque se trata de un seguro laboral, que la empresa no ha comunicado correctamente, porque se firma para una hipoteca, entre otros casos que pueden ser más comunes de lo que parece.
La pensión de la Seguridad Social (que llega al 52% en caso de viudedad) no alcanza a cubrir más que una parte de los ingresos del trabajador. Allí radica parte de la importancia de contratar un seguro de vida. Sin embargo, muchas veces, por tratarse de un compromiso tan a largo plazo, tampoco las familias son conscientes de que se está pagando un seguro de vida o no tienen constancia de con qué compañía y condiciones se ha contratado.
Por otro lado, las compañías de seguros no tienen posibilidad de detectar la muerte de sus asegurados más que por la comunicación con los familiares o impago del seguro. Contar con una compañía de mediación de seguros con la que se tenga una relación cercana y fluida puede acelerar este proceso. Una compañía aseguradora no está obligada a buscar a los beneficiarios; vuestro mediador de seguros de confianza podría entrar mucho más fácil en contacto con la familia. Pero son, en todo caso, los beneficiarios quienes deben completar el proceso para poder cobrar el seguro. A esto se suma la posibilidad de que, con el paso del tiempo, haya cambiado la composición de la familia: separaciones, nuevas relaciones, etc.
Historia del Registro único de seguros de vida
Este registro nace gracias a la persistencia de Carme Bonet, una mujer separada que, en su momento, tuvo la sospecha de que su marido fallecido podría haber tenido un seguro de vida contratado. Después de una intensa búsqueda ante múltiples compañías de seguros, pudo confirmar que sí existía un contrato y pudo hacerlo efectivo para proteger a sus hijos. Bonet relató su experiencia, a través de una carta, a la Comisión Jurídica asesora del Parlamento de Cataluña, suscitando así la iniciativa política para la creación de un registro único que facilitara el proceso a todos los ciudadanos.
¿Queréis conocer más sobre este registro y cómo realizar los trámites ante él? En dos semanas, un nuevo artículo.
Mientras tanto, os invitamos a leer nuestros artículos sobre seguros de vida. Podéis contactarnos para conversar sobre seguros de vida con nuestros mediadores.
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